El trayecto desde Río de Janeiro hasta Sâo Luis do Maranhao, unos 3500 km, duró una semanita entera, con 2 días parados por una avería del coche incluidos. Como que la intención era recorrer la carretera del litoral de bajada, decidimos subir por el interior, menos turístico pero igualmente hermoso. Paisajes de ensueño, árboles de cientos de colores y tamaños, y nubes de formas increíbles, se iban mezclando con miles de "lombadas", más y más camiones, carreteras con tramos impracticables...hasta llegar al destino.
Sâo Luis nos recibió con un calor pegajoso del que te bebes un vaso de cerveza y al minuto siguiente ya estas empapadito de sudor. La capital brasileña del reggae nos cautivó por su arquitectura colonial, eso sí, un poco descuidada, por el empedrado de sus "ruas", por su vida alegre en las calles, por la música a todas horas y en cualquier lugar, por la cordialidad de su gente, y por tener una "Rua do Sol".
Edificio colonial característico de la ciudad
Calle empedrada de fiesta
Mosaico en los semáforos
Bailando maracatú en la plaza...
...y los niños mirando
Rua do Sol en Sâo Luis
A Sâo Luis llegamos en plenas fiestas de Sâo Joao y aprovechamos esta coincidencia grabando una historia, para el documental de "la estrada do sol", relacionada con el baile más tradicional del estado de Maranhao en general y de su capital (Sâo Luis) en particular:
El Bemba Meu Boi.
Toda la noche seguimos a un grupo en sus actuaciones por diferentes arraiales, (festejos), de la ciudad...
Ari rodeado de plumas que esperan para actuar
Talía grabando la actuación desde una ventana
Xavi en medio del baile
...y por la mañana las entrevistas a algunos de los más de 80 personajes del grupo, en el local donde viven algunos de ellos, que a la vez es el lugar donde se realizan los ensayos y se hacen los vestidos y disfraces, son una gran familia.
Entrevista a Tea, que entró en el grupo para pagar una promesa
El patriarca del grupo, organizador de todo y padre de 27 hijos
Nena, alma bailarina e incansable
RDS