Antropóloga, colombiana, con mente de productora, enamorada de los jugos, soñadora... ella es la segunda integrante de este viaje en busca de la Estrada do Sol.
Talía llegó a Buenos Aires buscando algo y a la vez huyendo de algo. En una casa algo singular, punto de encuentro de almas gemelas del mundo llenas de energía positiva, se encendió la llama de la Estrada do Sol. A su alrededor tod@s hablaban de este paraíso desconocido pero ella era la única que tenía el convencimiento de ir detrás de ese sueño.
Con su seguridad y claridad, la Estrada do Sol la estaba llamando, se dejó llevar por su enorme corazón y no dudó ni un instante en llenar su maleta de ilusión, deseo de viajar, inquietud por conocer, y ganas de entregar su belleza a toda la gente que se le cruzara en el camino. Durante este maravilloso viaje nos ha guiado con su anhelo por crecer y soñar, hasta llegar a la escurridiza Estrada do Sol.
Sin casualidad, fruto del tesón, con una sonrisa siempre en los labios y porque le gusta escribir su propio destino, Talía llegó a la Estrada do Sol.
Aquí va un trocito de Talía (nuestra mamy), que sigue editando parte del documental que sale de este viaje en su casa de Bogotá, y que en pocos días recibirá una visita!
RDS